FelixLorenzo

sobre su obra

La línea piensa, ve, siente, recorre sinuosamente ese límite, esa vecindad, entre lo placentero y lo siniestro y es en ese devenir misterioso el de un ciego en la oscuridad de una caverna, que a veces sólo a veces se hace verbo, entonces la línea ilumina, el ciego ve pero sólo lo que ha recorrido y eso que ve lo construye, lo transforma en otro que mira hacia adelante nuevamente invadido por la oscuridad, por un misterio que ya es otro, pues el ciego ya no es el mismo y la caverna es más profunda, entonces a tientas la línea retorna su recorrido de oscuridad y luz mutándo y muntándose tal vez hasta el infinito, pues la caverna, lo sabe el ciego, no tiene fin.